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lunes, 2 de julio de 2012

La Radio Educativa en el Paraguay


“Las primeras radios comunitarias en Latinoamérica nacieron para alfabetizar, ellas se fueron transformando con el correr de los años en instrumentos de educación popular y, mucho más tarde, en radios populares que expresaban el sentir, la forma de ser, las reivindicaciones y se pusieron al servicio de los grupos populares. En su proceso de existencia además de su principal objetivo que era la alfabetización y la educación, fueron incorporando nuevas misiones vinculadas a la idea de cambio de las estructuras de la sociedad y a la búsqueda de una sociedad justa, con solidaridad y equidad”.[1]

La educación es un proceso. Requiere de la interacción de dos grupos distintos: el del educando y el educador. Ambos interaccionan entre sí para desarrollar un proceso educativo de aprendizaje. 

La radio es un medio de comunicación, que por su masividad y facilidad de acceso permite llegar a un número grande de personas en distintos espacios geográficos. Este soporte mediático se constituye así en un medio para la educación a distancia. 

A partir de esta referencia, podemos dar lugar al concepto de radio educativa: 

“La radio educativa cumple una función de mediación pedagógica en la medida en que utiliza su naturaleza para promover aprendizajes. Ya sea de modo formal o no formal, la radio podrá tomar en cuenta todo aquello que como mediador educativo estimule, promocione y anime una situación de aprendizaje, que presente las demandas, gustos, intereses y expectativas de la audiencia, el uso creativo de recursos, géneros y formatos y so doble mediación: el aprendizaje que se mueva en el nivel personal y social”. (Berta y Buendía, Op. Cit. Pág. 41). 

La acción educativa de la radio se entreteje con dos elementos: la motivación y la información. Con la primera se promueve la reflexión y la acción sobre el objeto de la reflexión. Con la segunda se facilita la comprensión de la realidad contextualizando los hechos y acontecimientos locales, nacionales o internacionales, y brindando información útil para la vida y la mejora de sus condiciones. (Ibid Pág. 42). 

El Banco Mundial, a principios de la década de los setenta, editó un libro en el que se asentaban los fines que debía establecer la radio si quería hacer eficaz el progreso. El material lleva como título “La radio al servicio de la educación y el desarrollo”, y proponía como fines la motivación, información, enseñanza y modificación de conductas. 

Por su parte, los comunicadores Hawkridge y Robinson proponen que las radios educativas, sean cuales fueren sus finalidades y estrategias, tienen cuatro características esenciales: 

Los programas deben estar organizados en formas de seriales para facilitar la plena asimilación de los conocimientos adquiridos. 

Los programas han de estar planificados explícitamente con la asesoría de consultores pedagógicos externos. 

Pueden ir complementados con otros tipos de materiales didácticos (libros de texto, guías de estudio). 

Ha de intentarse que tantos los maestros o profesores como los alumnos puedan evaluar el resultado de esas emisiones. 

La radio educativa es aquella cuyos programas siguen un plan de estudios previamente determinado y validado por una institución del sistema social. En un programa de Radio Educativa, el radioescucha se convierte en un alumno que se inscribe a un curso, donde será evaluado para obtener un certificado de estudios, no obstante no se encuentra inscrito en una institución educativa. 

La comunicadora argentina, Cora Garmanik, destaca en su artículo acerca de la importancia de la radio en los programas de educación a distancia y enfatiza que: 

“(…) el diálogo entre la educación y la comunicación está empezando a tener una relación fluida y fructífera, pero no siempre fue así. Desde distintas propuestas educativas que proponen la incorporación de medios con fines didácticos y en gran cantidad de bibliografía al respecto, se concibe la comunicación como un vehículo que multiplica y distribuye masivamente los contenidos que la educación determina”. (Garmanik, 2008). 

La autora destaca que la radio tiene “la posibilidad de poder llegar a miles de personas a la vez, el hecho de que la recepción se produzca en forma simultánea con la emisión y el bajo costo de producción en relación a otros medios son algunas de las ventajas que ofrece”. 

“La radio elimina distancias y llega a lugares inaccesibles, aislados y remotos, amplía las oportunidades educativas de la población al multiplicar el número de ´aulas´ disponibles y aporta continuidad al proceso educativo, mediante su posibilidad de acción diaria e ininterrumpida”. (Ibid. 2008). 

Es posible resaltar que “la radio educativa cumple una función de mediación pedagógica en la medida que utiliza su naturaleza (…) para promover aprendizajes”. (Berta y Buendía, Op. Cit. Pág. 41). 

La compiladora del libro “Por los caminos de la educación radiofónica”, Dulce García (2009), señala además que “la radio educativa conforma un género particular con un determinado conjunto de reglas de producción discursiva que se institucionalizan, se hacen reconocibles y organizan la competencia comunicativa de destinadores y destinatarios”. 

Una propuesta de radio educativa se desarrolla entre dos límites borrosos: la formación en ritmos que traen los alumnos por ser receptores habituales de radio y TV, lo que implica el desafío de respetar el formato y el ritmo para mantener la atención, y por el otro, la necesidad de observar un tiempo narrativo adecuado, de manera tal que se entiendan los contenidos que se están brindando. 

 
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[1] BERTA, Liliana y Charo Buendía. Un fascinante Reto: Educación en la Radio (2009). Tomo II: Como volviendo a empezar. Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). Perú.




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